martes, 12 de mayo de 2009

NO HAY QUE SER UN SUPERHÉROE PARA SALVAR EL PLANETA.

Web para los que quieren poner un grano de arena, si no para salvar el mundo, para no empeorarlo.

Por suerte no todos tienen la misma visión de lo que es la movilidad que en nuestro país.

En las grandes ciudades españolas, menos de un 1% de la población utiliza la bicicleta para desplazarse hasta el trabajo, mientras que la media europea es de un 9%, sabemos que muchos piensan que esto no es Holanda, pero como dato, que sirva decir que en ese país un 40% de los desplazamientos al trabajo se realizan en bicicleta.

La asociación CTC, que tiene las ideas muy claras y los medios, para fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte, tiene una campaña que pretende demostrarnos que para realizar grandes cambios no es necesario ser un Superhéroe, ni mucho menos.

Cabecera de la web de CTC

El vídeo de la campaña es realmente fantástico, no tiene desperdicio, realmente nos enseña como los grandes cambios se realizan con pequeños actos de valentía, como simplemente, sin hacer ruido podemos hacer visible actitudes que demuestran lo equivocados que están los que tanto les cuesta cambiar su rutina, aunque esta les perjudique directamente.



Soy el primero que se lo difícil que es tener un hábito que solo lo tiene un 1% de la población de tu ciudad y llegar al trabajo con una sonrisa, por lo que no puedo dejar de aplaudir acciones realizadas con calidad y sobre todo, con esa sonrisa que a veces nos falta.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

no entiendo esto de querer salvar el mundo.
voy a trabajar en bici porque me gusta.si a los demas no le gusta.pues que vayan en coche.o andando.o que se queden en casa.
me da exactamente lo mismo.

Miguel Santalices dijo...

Anónimo, nadie te pide que lo hagas, la única referencia que se hace en este artículo a "salvar el mundo" se refiere a no empeorarlo.

De todas formas, si alguien quiere hacerlo, deja que lo haga, igual que dejas que vayan en coche o andando al trabajo (buen hábito este último), o que se queden en casa, no nos tenemos que molestar por que otros piensen diferente, sobre todo si nos beneficia.

A mi me hace ilusión que a ti te guste ir a trabajar en bicicleta, los buenos hábitos, son más encantadores si son desinteresados.

Es como levantarse de un asiento, para dejar que lo ocupe alguien que lo necesita más, si se hace sin pensar, mejor... pero que no nos moleste que lo haga otro.

A mi me gusta más una ciudad llena de bicis que de coches, y no tengo nada contra ellos... aunque a veces me molestan, por eso me alegro que formes parte del 1%, y deseo que lleguemos al nivel europeo del 9%... y por qué no más.

Gracias por ir en bicicleta, a mi también me gusta hacerlo, es un placer.

Anónimo dijo...

Pues a mi me parece muy bonito el vídeo, y si ayuda a que otros entiendan que ir en bicicleta no es un acto heroico, todavía mejor, y si contaminamos menos, mejor aun. Si eso es salvar el mundo, yo me apunto, es fácil y bonito.

Anónimo dijo...

No me imagino Barcelona sin coches... todo el mundo a pie, en bici, patín o lo que sea :)
Daría hasta miedo tanto silencio jeje

Buena iniciativa, a por el 9% sí senyores!

Anónimo dijo...

gracias por tu respuesta,Miguel.

De una barcelona distinta y muy silenciosa se puede disfrutar todos los domingos desde el almanecer hasta las 8.no es mucho.pero si q es preciosa.
saludos a todos.

sargantana dijo...

Un hurra por la asociación CTC.

En las ciudades nos va a acabar pasando como a la famosa rana escaldada: si metemos a una rana en una cacerola con agua hirviendo ésta escapará de un salto y se salvará de la muerte. En cambio si la metemos en una cacerola con agua fría y vamos añadiendo gota a gota agua hirviendo, la rana no se dará cuenta de los imperceptibles cambios de temperatura y acabará muriendo escaldada.

En las grandes ciudades, y en menor medida también en las pequeñas, los coches nos van asfixiando sin que nos demos cuenta. Cada vez hay más, pero como el aumento es gradual lo vamos asumiendo.

Cada bici circulando por la ciudad equivale a una gota de agua fría que evitará, espero, que acabemos muriendo escaldados.