sábado, 3 de julio de 2010

Oda a la bicicleta

Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto nació el 12 de julio de 1904 en Santiago de Chile y se le conoce por el nombre de Pablo Neruda, y tal vez es uno de los mejores poetas de habla hispana y Premio Nobel de Literatura.
Alguna reflexión habrá que hacer si este personaje dedicó una oda a la bicicleta, ¿no?. Aquí la dejo.

Cuadro colgado de la pared del despacho de Sol en Bicicletas Otero

Iba por el camino crepitante: el sol se desgranaba como maíz ardiendo y era la tierra calurosa un infinito círculo con cielo arriba azul, deshabitado.

Pasaron junto a mí las bicicletas, los únicos insectos de aquel minuto seco del verano, sigilosas, veloces, transparentes: me parecieron sólo movimientos del aire.

Obreros y muchachas a las fábricas iban entregando los ojos al verano, las cabezas al cielo, sentados en los élitros de las vertiginosas bicicletas que silbaban cruzando puentes, rosales, zarza y mediodía

Pensé en la tarde cuando los muchachos se laven, canten, coman, levanten una copa de vino en honor del amor y de la vida, y a la puerta esperando la bicicleta inmóvil porque sólo de movimiento fue su alma y allí caída no es insecto transparente que recorre el verano, sino esqueleto frío que sólo recupera un cuerpo errante con la urgencia y la luz, es decir, con la resurrección de cada día.

Pablo Neruda, 1956, Tercer libro de las odas

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