martes, 15 de abril de 2008

Bromptonpicture


La belleza y el equilibrio son la misma cosa. La característica principal de Bromptonpicture es que no necesita caballete para poder ser fotografiada, es hermosa como todas las bicicletas pero no necesita pedestal; un gesto de muñeca basta para mantenerla erguida en el centro de la plaza.

El caballete es la peana que soporta el peso de una obra de arte y la mantiene equilibrada. Una bicicleta sin soporte está en apuros y necesita ayuda para contrarrestar la gravedad de su belleza.


Pedalear subido a un lienzo supone ser el objetivo ocular de los cazadores de lo hermoso, estar expuesto al buen gusto y llevarse todas las miradas como la espada de Miguel, que brilló cinco años consecutivos y mantuvo atónitos a millones de párpados.

Una bicicleta sin caballete está inválida, necesita una muleta, una mano amiga, el tronco de un árbol, un trozo de tapia meada para poder sujetarse.
El equilibrio es magia pura, permite detenerte en cualquier momento y utilizar ambas manos para cualquier menester; abrocharte la bragueta, responder al celular, comprar el periódico, orientar a una turista y beberte una cerveza.


Recorría el exterior de la basílica de Santa Maria del Mar, cuando me crucé con Miguel Indurain que paseaba de la mano de su esposa. No pude evitar detenerme y saludarle, la mujer me reprendió con la mirada pero Miguel, contra pronóstico me dio amablemente conversación. Con un leve gesto de muñeca dejé a Bromptonpicture preparada para la fotografía que, por respeto, no me atreví a realizar y que ha quedado grabada para siempre en mi cerebro:

Encuadre apaisado. Alto como un álamo, elegantemente cubierto por un abrigo azul marino, Miguel Indurain de cándida sonrisa, sujeta con la mano derecha el manillar y mantiene la izquierda sobre el sillín; de fondo mi basílica favorita, la Catedral del mar.

Miguel me habló de la satisfacción que le causó, comprobar la densidad de bicicletas que ruedan en nuestra ciudad.

-Quedan muchos kilómetros por recorrer. Le dije.

Le agradecí su tiempo, le felicité e hice un esfuerzo para no arrodillarme y besarle la mano. Después de pedirle disculpas a la esposa y tras un ligero golpe de muñeca, me subí a Bromptonpicture y nos alejamos.

Me sentía como una abeja después de darse un baño de flores, excitada y soberana, sobrada de miel, cegada de luz y rebosante de energía. Encaré el litoral, me dejé llevar por la plasticidad ambiental y me limité a corresponder la sonrisa espumosa de las olas. La brisa como un peine multiplicado, reunía las puntas de la melena en el centro de la nuca. Desabroché un par de botones y la camisa se hinchó como una vela y sin manos, con los brazos extendidos, recorrí el espigón como Jesucristo crucificado mientras un número indeterminado de japoneses no dejaron de disparar sus cámaras digitales.


El viento cesó y recuperé el control del manillar, coloqué a Bromptonpicture mirando al mar y tras abrocharme la camisa, me puse la chaqueta mientras recordaba a Marcel Duchamp, un artista que en 1913 colocó una rueda de bicicleta sobre un taburete y que hoy, podemos seguir contemplando en el Museo de Arte de Philadelphia.

Oscar Patsi

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Gràcies companys!!

Per cert, hi ha alguna mena de Espai Bici a madrid, tinc una amiga que es vol comprar una bicicleta. Ha escrit un relat inspirat en el lavabo que publicarà el dijous en el seu blog.

David Casalprim dijo...

Ara per ara d'espaibici no més n'hi ha un, i no conec cap botiga similar a la nostre a Madrid. Però segur que algun s'adonarà que a Madrid també hi ha massa cotxes i començara a buscar solucions.

Anónimo dijo...

Nunca he tenido ningún ídolo a quien admirar y por ello nunca he pasado por una experiencia como esta, pero estoy seguro que la sensación será parecida a la que siento cuando Kokito o tú estais a mi lado.

Por cierto, más que Jesucristo me he imaginado a Leonardo DiCaprio en Titanic, gritando "Yo soy el rey del mundo".

Anónimo dijo...

Gracias John, la verdad fue un momento muy especial, pero lo más especial es que Miguel me trató con absoluta naturalidad y me emocioné.

Anónimo dijo...

Si,si...el sistema de reposo-apoyo de la brompton es exclusivo y totalmente mágico...no necesita más que de si misma para estar en perfecto equilibrio y pausada armonía...pero,¿qué hay de las bicicletas "desnudas"?...a mi también me gustan...

frankivanderbrompton

Anónimo dijo...

Querido FrankiVB;
para desnudarse primero hay que saber vestirse.

O.Patsí

Anónimo dijo...

Bicicletas desnudas, ummm

Anónimo dijo...

WHY? I Don´t like your name.

O.Patsí

Anónimo dijo...

You take absolutely the whole reason Patsí, I do not have because to obey any order, not that is please.

BRPX

Francisco dijo...

Nueva bici pero con el mismo espíritu indomable.

Por muchos años!!