Mirada critica a la nueva ordenanza

Os hacemos llegar la opinión de la Fundación Tierra titulado "Como hacerlo pero y no morir en el intento", respeto a la última modificación de la ordenanza de peatones y vehículos de Barcelona.

www.terra.org/articulos/art01907.html

Esta ordenanza parece haber puesto en pie de guerra a todos los usuarios del espacio público, peatones, bicicletas y vehículos a motor. Con normas absurdas y contradictorias el ayuntamiento se a cubierto de gloria a lo que meter la pata se refiere. El servicio de bicicletas públicas de Barcelona, el Bicing, promovido por el mismo ayuntamiento ha puesto en la calle 1500 bicis. Estas bicis desde el mismo día que entro en vigor la nueva modificación de la ordenanza están fuera de la legalidad. La norma obliga a llevar luces de noche, la delantera de color blanco y la trasera de color rojo, ambas deben ser fijas y no intermitentes. Y lógicamente, las bicis del ayuntamiento tienen las luces delanteras naranjas y fijas, y las traseras rojas intermitentes, y encima a una distancia de 10 metros no se ven porque el guardabarros trasero la tapa. Este es un ejemplo de muchas de las incongruencias dictadas en la normativa. Lo que buscaba ser una solución a la convivencia entre peatones, bicis y coche a acabado siendo motivo de crispación. No estaría de más que aquellos que deciden como se debe ir por la calle dejaran sus coches aparcados y se convirtieran en peatones, usuarios de transporte público o ciclistas urbanos para poder entender lo absurdo que es basar la movilidad de una ciudad en el uso indiscriminado del automóvil.
Por otro lado, desde Espaibici animamos a cumplir la ordenanza por muy absurda que sea y siempre que compartamos el espacio con los peatones cederles la prioridad y no increparlos. Hay que pensar que las aceras de las calles, las plazas y los parques son el único espacio reservado a los peatones, solo faltarais que además tengan que estar pendientes que ninguna bici se les eche encima o les agobie impertinentemente con el timbre. Circular con un poco de sentido común y respeto seguro que nos ahorra un poco de estrés.